miércoles, 19 de febrero de 2014

Las transformaciones del siglo XIX.

Las grandes transformaciones del siglo XIX.

Podemos dividir dichas transformaciones en tres grandes grupos:

Transportes y distancias.

A partir de la Revolución Industrial existen una serie de transformaciones que mejoran la eficiencia y productividad y por la tanto se produce un gran desarrollo en las fábricas.
Por lo tanto se necesita una rápida movilización para los productos fabricados, para poder distribuirlos de forma global.

Un gran avance tanto terrestre como marítimo fue la invención de la locomotora de vapor (1814, Stephenson), reduciendo así el tiempo del transporte tanto de mercancías como de personas. También el barco de vapor (1807, Robert Fulton).

Se crearon las primeras embarcaciones en: Alemania, Inglaterra y EEUU, en las cuales se crearon barcos que reducían en la mitad el tiempo.

En 1823 Stephenson instala la primera vía ferroviaria en Inglaterra.

Los cambios producidos en las maquinarias hacen que exista competencia entre los países más desarrollados, utilizando colonialismo como una de sus grandes bazas. Esto provoca una gran movilidad de población en busca de centros de trabajo, produciéndose un éxodo rural, emigrando de las zonas rurales a las urbes. Esto es más fácil debido a que se abaratan los medios de transporte. Se produce un aumento de población mayúsculo en las ciudades. Además se produce una emigración entre países y continentes.

Desarrollo Industrial y sus efectos.

Existen una gran cantidad de migraciones internas creando así las llamadas ciudades modernas. Ya que los que trabajan en casas o talleres pasan a trabajar en grandes fábricas, ya que artesanos y campesinos ven que obtienen mayor beneficio en las grandes empresas y pasan a ser obreros.

En cambio esto tiene unos efectos negativos: el hacinamiento en las grandes ciudades, provocando epidemias conocidas como el tifus, cólera, etc. Otro efecto negativo es la falta de servicios; así como la falta de escuelas. También se dieron lugar a una serie de crisis económicas debido a una gran cantidad de desempleo.

Pero no todo fueron efectos negativos, existen nuevos productos industrializados que a través de la publicidad facilitan la compra, además de ser abaratada; obteniéndose estos nuevos productos de forma más asequible y con mayor rapidez. Estos productos eran para el uso diario, como utensilios para cocina, el hogar, prendas de vestir.

La producción en serie e innovaciones en las comunicaciones y los transportes.

Se descubre una nueva forma de producción, ideada por el ingeniero estadounidense Taylor, que consistía en la simplificación y optimización de la producción, llamándose esta producción en serie. Esta consistía en una serie de cadenas, dónde cada trabajador realizaba un único paso y siempre el mismo. De esta forma garantizaban el máximo aprovechamiento de la producción tanto del hombre como de la máquina.

Henry Ford llevó esto al terreno automovilístico, a partir de aquí se difundió a todas las industrias, permitiendo abaratar costes.

Por lo tanto era necesario colocar esta producción y estos productos en todos los países, incluyendo en ciertas ocasiones zonas alejadas y de difícil acceso; y esto pudo llevarse a cabo gracias al barco de vapor.

Tuvo una gran importancia por tanto la construcción en 1869 del Canal de Suez que facilitó el tránsito entre Europa, África, Oceanía y Asia. También en 1914 fue muy importante la construcción del Canal de Panamá.

Alemania fue el país dónde se utilizó por primera vez el automóvil. Esto fue posible gracias a la red de carreteras construidas, la fabricación de neumáticos, así como la serie de piezas que necesitaba el automóvil.

En 1903 se creó el primer aeroplano.


Finalmente en el terreno de las telecomunicaciones, hay una serie de inventos muy importantes como son el telégrafo, el teléfono y la radio.

jueves, 6 de febrero de 2014

Biografía de Pablo de Olavide.

Pablo Antonio José de Olavide y Jáuregui (LimaPerú25 de enero de 1725 – BaezaJaén25 de febrero de 1803) fue un escritortraductor,jurista y político español. Desarrolló exitosas empresas de colonización en España conocidas como las Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena. Fue procesado y condenado por la Inquisición española en 1778 aunque logró evadirse exiliándose en Francia.


Pablo de Olavide (Lima 1725-Baeza 1803) constituye una de las figuras representativas de la Ilustración española. Como ha documentado Estuardo Núñez, el “mito de Olavide” encarna no solo la brillante trayectoria política de uno de los agentes reformistas de la corona de Carlos III, sino también una historia de persecución y destierro, como resultado de la condena inquisitorial. La trascendencia de este criollo peruano en el plano político-cultural de la España dieciochesca ha sido destacada en diversos momen-tos, especialmente por sus aportes en la reforma del plan general de ense-ñanza, el fomento de la literatura, la protección de la libre biblioteca públi-ca y una abierta defensa del teatro, con piezas que incluso él tradujo direc-tamente del francés. El desprecio por las prácticas de devoción, su afición al teatro popular, la crítica al clero y el Plan de Estudios de la Universidad de Sevilla –que, entre otras cosas, desterraba a los frailes de la enseñanza universitaria– terminarían por costarle la condena de la Inquisición y el exilio de Madrid, la reclusión en un monasterio y la pérdida de todos sus bienes y honores adquiridos. Ya a partir de este momento, el mito de Olavide se despliega de manera difusa y sería Denis Diderot –en un discurso apolo-gético de 1780– uno de los primeros en encomiar los ideales progresistas de la Ilustración en su lucha contra el fanatismo y el celo inquisitorial, lo que habría de elevar la figura de Olavide a la condición de mártir, fenómeno que excitaría la imaginación anticlerical de autores franceses y alemanes: Parece así que no sólo se trataba del homenaje a un hombre injusta-mente perseguido sino además de tomarlo como instrumento eficaz de una acción político liberal y de una campaña destinada a socavarUn mito en movimiento: Pablo de Olavide y su Evangelio en Triunfo (1797) 21 el poder político del clero español –aliado a las clases más conser-vadoras– representativo de la opresión de conciencias, de la perse-cución de las ideas liberales y de la subsistencia de criterios oscurantistas. A poco había de estallar en 1789, la Revolución en Francia, lo que significó el abatimiento de la monarquía absoluta y del poder de la iglesia y el triunfo de las ideas liberales e “ilustra-das”, a más de la afirmación de los derechos del hombre y del ciu-dadano. Ya no interesaba solamente la historicidad de los detalles de la biografía de Olavide, la verdad de sus virtudes y persecucio-nes. Se fue creando en su torno, un mito creciente al amparo de la imaginación romántica que entonces tomaba cuerpo sobre todo en Europa Central (Nuñez 28).
La recepción de la condena de Pablo de Olavide en la intelectualidad ilus-trada de la Europa Central habría de desencadenar diversas protestas con-tra la “resurrección de la Inquisición”. La noticia de su encarcelamiento fue el acicate para la conciencia ilustrada del siglo XVIII, que actualizaría una larga tradición de imágenes y concepciones que harían eco en la per-cepción de la Ilustración ibérica como una alteridad nacional y cultural que se piensa desde la modernidad intelectual de naciones de capitalismo avanzado (Francia, Holanda, Alemania e Inglaterra) (Soler 103-116). La proyección de sus “ojos imperiales” sobre la península se correspondería, por un lado, con la actualización de la “leyenda negra” del colonialismo hispánico del siglo XVI y, por otro, con el bebedero de la Inquisición espa-ñola en el XVIII 2. A partir de esta hipótesis, en el presente estudio tratare-mos de determinar de qué modo el mito literario de Pablo de Olavide se confunde con la leyenda antiespañola, identificable en el pensamiento de Voltaire y la literatura de viajes del periodo; y finalmente, en la segunda parte, cuál es la respuesta de Olavide en su Evangelio en Triunfo (1797).

Relación con la pedagogía de Pablo de Olavide.


Nuevas ideas pedagógicas y la reforma de Olavide
Lamentable estado de la enseñanza por estas fechas (s.XVIII). La vida universitaria, en manos en plena decadencia: sin alumnos apenas y con catedrático casi siempre mal formados y generalmente pero remunerados, encerrados en una tradición perniciosa que afectaba tanto a las costumbres como a la enseñanza. El estado de la enseñanza primaria, tampoco tenía nada de halagüeño, resultado en cierta manera de la actitud gremialista de los maestros. Las escuelas eran de dos clases: gratuitas y de pago.
Cuando Olavide llega a Sevilla, en agosto de 1767, lleva entre otras muchas la misión de procurar el arreglo de la universidad.
 La expulsión de los jesuitas y las circunstancias por las que atraviesa la universidad sevillana aconsejan la rápida redacción de un plan reformista.
Antes de proponer los remedios es necesario ver las razones que han llevado a la universidad a tal grado demostración. Las causas principales de la decadencia universitaria son los que llama espíritu de partido y espíritu escolástico, refiriéndose con ello a una división social y a una división en el método de la enseñanza, ambos relacionados y condicionándose entre sí.
Por ello Olavide llama la atención del gobierno sobre la necesidad de hacer una reforma educativa de ámbito nacional, que con una fe ciega en las futuras categorías sociales ilustradas, opina, habría de llevar a la reforma de toda la sociedad.
El espíritu de partido se acogió a las escuelas y , a través de ellas, tiranizó la universidad.
Laicización de la escuela.
Debe de excluirse de la universidad a los pobres, los cuales deben seguir la profesión de sus padres.
Hace una separación tajante entre trabajo intelectual y manual, condicionándola por el nacimiento, impone-mediante la educación.
Todas las disciplinas cursadas en las distintas facultades deberán completarse con algunos años de práctica.
De la universidad había de salir, la clase dirigente de la nación.
Para las niñas de la alta burguesía, colegio que no estaría en manos de ninguna orden religiosa, podría admitir niñas desde 7 años y enseñarles el catecismo, leer y escribir y las labores propias de su sexo, baile y solfeo.
La enseñanza primaria queda fuera del vasto plan de estudios de Olavide.
Establecimiento de un hospicio al menos en cada capital, con un carácter múltiple: hospital, reformatorio y escuela: ancianos, tullidos, vagos, mendigos y mujeres públicas y huérfanos de ambos sexos. Todos los recogidos se dedicarían al trabajo. Se les enseñarían un oficio.
El plan Olavide es un fracaso. En un principio, el informe fiscal quedó aprobado el 26 de mayo de 1768. Pero una cosa en la aprobación en teoría y otra la aplicación práctica. .La incertidumbre del gobierno y la caída de Olavide hacen que fracase la reforma.
Respuestas al fracaso de la reforma:
La enseñanza tradicional estaba en manos de la iglesia. Según planteaba Olavide, presupone que el paso del aparato educativa ha de recaer en le estado. Y el estado no disponía de suficientes fondos para hacer frente a todos los gastos,.

La reforma educativa de Olavide fracasa porque era imposible tal y como él lo plantea, para la formación social en que vive. 


Presentación de mi Blog.

Presentación de mi Blog

Este Blog ha sido creado para recoger los contenidos de la asignatura de Tendencias Contemporáneas de la Educación. 

En dicho Blog aparecerán apuntes, biografías, fotos, trabajos individuales y en grupo; así como diferentes reflexiones sobre esta asignatura.

Este Blog me servirá para organizar ideas, expresarlas y poder compartirlas con el profesor.